Una mala calidad del aire dificulta el respirar, y puede pasar varios días para que el cuerpo se recupere de dichos efectos. Un tipo de contaminación son las partículas finas (2,5 micrómetros de diámetro o menos) proveniente de fábricas, centrales eléctricas y tubos de escape de automóviles. Otro tipo importante de contaminación es el ozono, ingrediente principal del smog urbano. Cuando se respira niveles altos de partículas finas y ozono, los pulmones pueden llegar a irritarse. La contaminación atmosférica ha sido asociada con asma, ataques cardíacos, cáncer y accidentes cerebrovasculares.
Un equipo de investigación liderado por la Dra. Francesca Dominici de la escuela T. H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, estudió el riesgo de muerte debido a la exposición de adultos mayores a la contaminación del aire de corto plazo. El equipo también investigó si ciertos subgrupos de la población pueden ser particularmente vulnerables. El estudio fue apoyado por el National Institute de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS). Los resultados aparecieron en la publicación JAMA del 26 de diciembre de 2017.
El equipo utilizó modelos de predicción de contaminación de aire y redes neuronales artificiales para estimar niveles de contaminación de aire diaria de más de 39.000 lugares asociados a códigos postales, incluyendo zonas rurales no monitoreadas ambientalmente. Luego relacionaron los niveles de contaminación con los registros de muerte de 22 millones de adultos sobre 65 años de edad entre los años 2000 a 2012. Los niveles de contaminación del aire en los días en que fallecieron dichas personas, fueron comparados con los niveles de contaminación durante otros días (para una muestra de 76 millones de personas).
Los investigadores encontraron que cuando incrementa la contaminación de partículas finas o de ozono intermitentemente, hubo un aumento considerable de las muertes en un plazo de 2 días. Cada aumento incremental de 10 microgramos de partículas finas por metro cúbico o 10 partes por billón de ozono fue relacionado con un aumento de las muertes.
La gran base de datos también permitió al equipo de investigación estudiar los efectos por edad, sexo, raza, edad y nivel de ingresos. El mayor riesgo de muerte asociada con la contaminación del aire fue para personas sobre 85 años, mujeres, de raza blanca y de bajo nivel de ingreso.
Por: José Asenjo Sandoval
